La lluvia no parecía llamar a los mejores augurios, pero Sergio Fajardo y todo su combo de la Coalición Colombia convocaron con éxito en diversas reuniones -a lo largo del día- a medios, empresarios, donantes y a la ciudadanía en general que deseaba escuchar las propuestas de este equipo.
Redacción Política
Las imágenes mediáticas ya los habían mostrado docenas de veces en diferentes actos, pero en esta oportunidad parecía muy raro ver en pleno inicio de campaña a Jorge Enrique Robledo del Polo Democrático Alternativo, Claudia López de Alianza Verde y a Sergio Fajardo del Movimiento Compromiso Ciudadano, ahora candidato a la presidencia por la Coalición. Todos junticos en una sencilla mesa.
La maestra de ceremonias fue la senadora Claudia López, a la derecha de Fajardo, mientras que a la izquierda del candidato presidencial, silencioso y concentrado se hallaba Robledo, por quinto año consecutivo elegido como mejor senador del Congreso colombiano. Una mezcla exótica en la política colombiana, pero que desde ya convoca a la esperanza de muchos, sobre todo de los jóvenes, considerados eternos abstencionistas, pero que allí en plena rueda de prensa coreaban sus intervenciones.
“Hemos construido confianza, nos hemos divertido juntos”, dice al inicio Fajardo. Algo atípico en la política, donde priman la desconfianza y los temas son áridos o de recargada trascendencia. El candidato propone una lucha contra la corrupción y el clientelismo que lleve a una transformación política del país. Por eso insiste en la transparencia y la ausencia de compra de votos o de apoyos a su campaña, una exigencia que se hace en forma permanente, porque “de la forma como se llegue al poder, así mismo se gobierna”.
Enfatiza, además, en la necesidad de pasar la página de la violencia, por eso mismo considera que la Coalición es ejemplo de reconciliación para derrotar a la corrupción ética y política, para así darle espacio a la inteligencia y la decencia. Y le abona a Claudia López el hecho inédito de que aparezcan los tres juntos en la misma mesa.
Educación
Fajardo insiste en la educación como pilar de su mandato. De hecho, al indagársele sobre el destino de las ganancias extras que se auguran por la inesperada alza en el precio del petróleo, contesta sin titubeos que de allí se tomarán recursos extras para destinarlos a la educación. Con seguridad dice que el suyo es un grupo de maestros, menciona entonces la trayectoria docente de Robledo, el doctorado de Claudia López y el ejercicio docente universitario de los cuatro candidatos a la Cámara allí presentes: Adriana González, Francisco Mejía, Simón Palacios y Hernán Meneses. Todos ellos maestros en sus diferentes áreas profesionales. Aunque olvida mencionar a Iván Marulanda, candidato al senado por Alianza Verde.
Para iniciar un proceso transformador, propone mejorar la educación empezando desde el preescolar, luego reforzar la primaria, la media, la secundaria y por último la universitaria. Es firme en la apuesta por la educación, explicando que Colombia cuenta con dos grandes riquezas: su gente y la naturaleza. “Perdone la falta de modestia, pero por eso considero que soy yo la persona indicada para gobernar, por eso mismo me lancé como candidato”.
Lo ambiental
Conecta en este punto explicando la necesidad del asunto ambiental como condición inicial para promover desarrollo. Mejor dicho, fundamentar el crecimiento económico en el respeto al medio ambiente.
Luego se extiende comentando lo afortunado que es Pereira al contar con un bosque natural dentro del espacio urbano, como lo es el actual batallón San Mateo, recalcando que es algo único en Colombia y por eso hace un llamado para proteger esta zona de procesos urbanísticos que la menoscaben. “Sueño con convertir a San Mateo en eje de transformación de Pereira y la región”.
El campo
Considera que el desarrollo rural es la gran oportunidad para el país y por ello propone una reforma agraria en el contexto de hoy, con un desarrollo rural integrado, muy distinta de la reforma agraria que se proponía en los años 60 del siglo pasado.
Comenta que en el contexto del proceso de paz, hay un énfasis en la propiedad de la tierra en Colombia, asunto delicado que abordará para darle solución de una manera técnica y democrática.
Por eso considera que se deben articular las cadenas de producción, transformación y mercadeo, desde los campesinos hasta articular cómo llegar a los mercados urgidos de esos productos.
Por último, dice que se deben vigilar de manera más cuidadosa la formulación de los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) porque considera que allí confluyen múltiples intereses, muchos de ellos nada transparentes o con intereses particulares.