De prostituta a madre (parte II)

…Karla, con los ojos llorosos recuerda esa noticia que marcaría su vida a partir de ese momento. No sabía cómo localizar a Diego y tampoco ella tendría para mantener a su bebé, “entre tanto pensar  también se me cruzó por la mente, ya sabes… no tener el bebé”, dice que había hecho las averiguaciones correspondientes pero nunca se atrevió a ir al sitio, así que prefirió seguir adelante con su embarazo, pero tendría que seguir haciendo lo único que sabía hacer, prostituirse…

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Por: Daniela Flórez López

Ilustraciones: Chucho Barrera Henao

Diego prestaba servicio militar, y en diciembre que les dieron unos días para visitar a la familia se vio con Karla*, entre cervezas y besos terminaron en el Hotel El Samán que queda cerca a la plaza, el calor y la pasión se hacía más fuerte en la pieza pero Karla interrumpió con un ¿“Tienes condones”?, se bajaron un poco los ánimos cuando la respuesta de Diego fue negativa pues Karla es muy precavida, según ella lo cuenta, jamás ha estado con alguien sin condón y menos si no se encontraba planificando, pero “las ganas fueron más fuertes en ese momento”, lo recuerda mientras toma un sorbo de gaseosa que aún no había llegado a la mitad.

Esa noche la pasaron juntos, pero al día siguiente, a primera hora ya se estaba tomando las pastas del “día después”, más conocida como “Post day”. Según  lo indicó el farmaceuta, esta pasta impide que los espermatozoides lleguen al óvulo para fecundarlo. Diego ese mismo día salía de nuevo para Pereira Risaralda al batallón para continuar con su servicio y Karla bien segura que no estaba embarazada fue al hospital tres días después para hacer el examen de sangre para poderse colocar el dispositivo subdérmico, este tiene forma de varilla de menos de tres centímetros de largo, se coloca bajo la piel de la mujer y funciona de manera hormonal impidiendo que la mujer quede en embarazo.

Una semana después recibe el resultado, es negativo y le colocan el dispositivo. Un mes después ella tiene muchos vómitos y mareos pero la respuesta del médico es que se debe a los efectos secundarios del dispositivo mientras se amolda al cuerpo. Tres meses después de insertarse el dispositivo en un análisis de rutina, una enfermera al inspeccionarle el útero le comenta a Karla que lo siente lleno, llaman a otro médico que confirma lo dicho por la enfermera y le mandan a hacer otro examen de sangre. A Karla no le cabía en la cabeza el hecho que podría estar en embarazo. Ella no quería un bebé, nunca había soñado con ser madre, hasta llegar a pedir que le ligaran las trompas para no ser madre nunca, pero los médicos no habían accedido por ser ella tan joven y luego si deseaba cambiar de opinión, ya no habría paso a atrás.

Karla con sus amigos en el pueblo, de lunes a jueves fumaba marihuana y cigarrillo entre otras drogas de vez en cuando como cocaína, además de ingerir mucho alcohol los fines de semana. Justo ese fin de semana después de mandarse a hacer el segundo examen de sangre sería el peor de su vida. En una discoteca con unas amigas en el pueblo, tomó, como expresa ella, “como nunca”, alrededor de cinco litros entre aguardiente y ron, además de varias cajas de cigarrillo, sin saber la noticia que le esperaba el lunes en la mañana.

Ese lunes iba en su moto camino al río con un amigo a fumar su dosis diaria de marihuana cuando recibe una llamada, era la enfermera que le decía que se encontraba en su casa, le tenía una noticia. Karla frenó la moto, le preguntó si era urgente pues no se encontraba en el pueblo. “Karla, estás embarazada y tenemos que quitarte el dispositivo ya mismo, le puede causar graves daños al bebé” fue la respuesta de la enfermera. No podía creerlo, se había tomado la pasta del día después, ya le habían hecho un examen de sangre y tenía el dispositivo en su brazo y no había tenido relaciones desde entonces.

Prosti-Mamá02“Ese día me dañaron hasta el viaje” comenta con un poco de ironía.   No quería ser mamá, no estaba lista, ahora tendría que pensar en los dos. Al llegar al hospital, entre negación y negación le explicaron que en el momento de tomarle la primera prueba de embarazo aún no era notable una sustancia que solo producen las embarazadas después del sexto día. Esta sustancia sería la Hormona Gonadotropina Coriónica (Beta-HCG) es sintetizada sólo por las mujeres embarazadas desde que el embrión empieza a desarrollarse alrededor del décimo día de embarazo**, por lo tanto la primera prueba de embarazo salió negativa a esta hormona.

Karla, con los ojos llorosos recuerda esa noticia que marcaría su vida a partir de ese momento. No sabía cómo localizar a Diego y tampoco ella tendría para mantener a su bebé, “entre tanto pensar pues también se me cruzó por la mente, ya sabes… no tener el bebé”, dice que había hecho las averiguaciones correspondientes pero nunca se atrevió a ir al sitio así que prefirió seguir adelante con su embarazo, pero tendría que seguir haciendo lo único que sabía hacer, prostituirse.

Hizo unas llamadas y ese fin de semana ya estaba de nuevo en las canchas de la prostitución.  Ahora todo era diferente, su barriga ya se notaba, algo curioso como ella lo cuenta,  una semana atrás nadie lo imaginaba. Ese fin de semana no tuvo ni un solo cliente, le prohibieron tomar y fumar desde el hospital y “si no toma ni fuma, en los prostíbulos no sirve”.

Ese fue el impulso que tuvo para empezar una nueva vida, vendió la moto por $4’000.000, le costó conseguir quien la comprara pero lo logró, ese dinero lo guardó en un banco en una cuenta de ahorros programada para siete meses, tiempo en que nacería el bebé y así tendría un colchón de dinero por esos cuatro primeros meses.

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Diego ya sabe que Karla espera un bebé suyo, pero no responderá por él hasta no nacer y que le realicen una prueba de paternidad,  no confía en ella al darse cuenta de la noticia cuatro meses después del encuentro sexual.

Ahora Karla trabaja como despachadora de ‘mototaxis’ medio tiempo, gana menos pero está más tranquila, ya no toma ni consume ningún tipo de drogas aunque a veces le hace falta el cigarrillo. Espera no tener que volver a trabajar en la prostitución aunque no descarta la idea puesto que “por la necesidad se hace cualquier cosa”. Más adelante espera poner en práctica lo que estudió .

También está decidida a quitarle la patria potestad a Diego si no se hace responsable del bebé desde ahora, así que apenas nazca, espera que sea en Pereira, le pondrá sus dos apellidos para que él no tenga como pelear.

En Viterbo existen tres sitios donde se ejerce la prostitución y en cada uno trabajan alrededor de seis mujeres entre 18 y 30 años, aunque en ocasiones se pueden encontrar menores de edad como lo cuenta Karla, que tuvo que trabajar al lado de una niña de 15 años. De todos los sitios en los que trabajó, en Tuluá fue la única ciudad en la que desde el hospital hacían brigadas de salud y protección, donde le realizaron exámenes para descartar enfermedades de transmisión sexual, entre ellas VIH.

Eran las 6:30pm mientras Karla y yo nos despedíamos frente a la iglesia del pueblo, con el compromiso de no publicar su nombre ni los nombres de los sitios donde había trabajado. De nuevo nos despedíamos con un beso en la mejilla, como nos habíamos saludado tres horas antes en la cafetería más famosa del pueblo.

  • La carencia de información cuantitativa sobre los lugares donde se practica la prostitución, se presenta por el grado de clandestinidad y es un trabajo difícil, por no decir imposible, que estas cifras salgan reflejadas en las cuentas nacionales; aunque los recursos hagan parte del sistema económico, su contabilidad es precaria por diferentes factores como el manejo de las transacciones en efectivo que no son registradas y por su misma clandestinidad.  ver (Artículo “EL DEBATE ENTRE PROSTITUCIÓN Y TRABAJO SEXUAL, Una mirada desde lo socio-jurídico y la política pública” de Misael Tirado Acero). Mientras que las trabajadoras sexuales, muchas al no trabajar en su ciudad de origen o trabajar por meses como lo hace Karla que lo hizo por seis meses, no obtienen un contrato formal y muchos no cumplen con lo que exige la ley 79 del 2013 que tiene como propósito, establecer medidas para garantizar la dignidad de las personas que ejercen la prostitución no forzada, a partir del reconocimiento de sus derechos como sujetos de especial protección constitucional, establecer acciones afirmativas en su favor, y delimitar conductas de los establecimientos comerciales dedicados a la prestación de servicios vinculados a esta actividad, por la misma clandestinidad.

Ver primera parte aquí

* Nombre cambiado para proteger la identidad del personaje

**Información  sacada de la página web http://salud.ccm.net/