El antagonista de la película es Andrei Sator (Kenneth Branagh), un rico hombre de negocios que está muriendo de cáncer pancreático y que quiere que el mundo muera con él. Estreno en Colombia.
Por / Jose Yepes – Ilustraciones / Stella Maris
(Alerta: spoilers)
¿Alguna vez se han visto una película y han salido del cine con la impresión de que no entendieron nada? Esto es particularmente lo que pasa con la nueva película de Christopher Nolan, pero el hecho de que el plot no se entienda de inmediato no quiere decir que sea una mala película; al contrario, es muy buena, intensa, atrayente, misteriosa, con un ritmo en la acción comparable con las películas de James Bond.
Ni que decir de los efectos sonoros y visuales, en los que no se escatimaron dólares. De hecho, la película tiene una factura de 350 millones de dólares y desafortunadamente, por efectos de la pandemia, solo pudo recoger $293 millones en taquilla, una cifra que seguramente aumentará ya que todavía la película está en cartelera.
La película se estrenó en premier en agosto 26, pero solo llegó a la salas de cine a nivel nacional en USA a principios de septiembre. Fue la película más taquillera en un mundo donde se reabrían de nuevo las salas de cine en medio de la pandemia del coronavirus. Después de mucho tiempo sin salas de cine abiertas, Tenet hizo su gran aparición para activar la escena de las películas de acción de gran presupuesto. La sensación de ver esta película en el Imax es del otro mundo, y eso es gracias a la excelente cinematografía de Hoyte van Hoytema.
Para comenzar, Tenet es un palíndromo, algo muy apropiado para una película que tiene que ver con invertir el tiempo (un término diferente al ya conocido volver el tiempo atrás) y la narrativa a veces se va por lados incomprensibles haciendo que el espectador se mantenga al vilo, sin saber qué va a pasar o qué ya pasó. Tenet es el nombre de una organización de espionaje internacional que tiene la difícil misión de evitar el caos total que lleve a una tercera guerra mundial en el planeta tierra.
Todo comienza con una intensidad que crea un momentum mejor que el de Inception, tenemos en primer plano al “protagonista” (John David Washington) que participa en una peligrosa misión encubierta en un teatro de ópera en Rusia que, desafortunadamente ,no termina bien para él, ya que al final es capturado por mercenarios quienes lo torturan para obtener información.
“El protagonista” decide tomar una pastilla de cianuro antes que revelar secretos de su misión y en vez de morir, despierta en un barco industrial en el mar, para darse cuenta que ahora es empleado por la organización Tenet y su deber será investigar de dónde salieron unas balas con entropía inversa que supuestamente fueron enviadas del futuro para poder moverse en el tiempo de una forma invertida.
Suena difícil de explicar, por eso la narrativa no es de ingestión fácil y muchas veces el espectador se perderá en un mundo de personajes, de fechas y de acciones que lo llevarán por una complicada trama de espionaje y de engaños alrededor de varios países del mundo.
El antagonista de la película es Andrei Sator (Kenneth Branagh), un rico hombre de negocios que está muriendo de cáncer pancreático y que quiere que el mundo muera con él. Sator posee varios materiales con entropía invertida y está planeando fabricar un algoritmo capaz de provocar una catástrofe mundial.
Qué sería de una película de Nolan sin una chica en problemas, que en este caso es Kat (Elizabeth Debicki), la esposa de Andrei y sin un Robin guapo y carismático que también trabaja para Tenet y estará allí para ayudar a nuestro protagonista, Neil (Robert Pattinson).
Sin pretender dar a conocer spoilers gratuitos, es de mucha ayuda leer esta reseña para que el espectador no se quede tan confundido.
Recomendación: es muy importante seguir los personajes y las historias de sus vidas en vez del tiempo, que no es lineal, sino invertido y hasta de vuelta atrás, literalmente; pero también existe la otra opción, que es disfrutar cada escena con curiosidad y dejarse llevar.