A mi padre
Victor Hugo Mejía Anicharico ha sido un ingeniero, docente y escritor; nacido en Ciénaga (Magdalena), radicado en Pereira (Risaralda) desde 1958. Entre sus obras se destacan los libros de poemas Sonetos para el alma y Las palabras del silencio. Estas obras poéticas, de las cuales ofrecemos una pequeña selección en el presente número de La Cola de Rata, exploran las diversas sensaciones y sentimientos a través de la interiorización de la naturaleza y las experiencias vitales. Experiencias como la nostalgia, la alegría, el amor, los sueños y la misma escritura representan la madurez de una intensa voz poética que encontró su lustre en los entresijos del soneto, el endecasílabo, el romancero y el verso libre. De su ejercicio (meta)escritural quedarán los pasos altivos y umbríos de su canto; su lucha contra el sinsentido; su sensatez solitaria ante la estulticia crepitante de la modernidad y su exploración por la tradición de la literatura latinoamericana; en una palabra, su lirismo.
David Mejía Solanilla
De Sonetos para el alma:
EL CAMINO ANDADO
Es grato contemplar aquel camino
que ya hemos recorrido en nuestra vida
con sus más y sus menos del destino;
toda una caravana concebida. 4
Caravana de eventos y sucesos
que allende construyeron nuestras manos;
querubines de nuestros embelesos
o espectros dolorosos de fracasos. 8
Los amores ansiados sin respuesta,
las románticas cartas solitarias
y las noches insomnes de tristeza, 11
más, aquel sendero tuvo historias,
además de felices consecuencias;
intuirás que no todo ha sido escoria. 14
NOCTURNO
La vida es corta para yo quererte,
el alma es sabia para venerarte
y un delirio me angustia al suplicarte
que me dejes esta noche poseerte. 4
Mañana cuando ya tú no estarás
no sé si mi ilusión fue primavera,
arderá el corazón como una hoguera,
pues tu ausencia jamás soportará. 8
Entonces entre sombras de la noche
guardaré mi dolor sobre la luna
donde no existirá ningún reproche, 11
y esta existencia, sin razón ninguna,
con tu fantasma que mi ser recoge,
dormirá para siempre en la locura. 14
LAS PALABRAS DEL SILENCIO
Cuando las palabras se devoran
en el manantial de lo insensato,
mejor los silencios que se añoran
desde la oquedad del ser ingrato. 4
Me enseñas palabras silenciosas;
fieles argumentos del fracaso.
Son débiles sombras entre prosas,
fantasmas silábicos de ocaso. 8
Podrías callar en el hablar
o expresar en singular mirada
réplica de augusto malestar; 11
hacer de la frase silenciosa
el difícil rol de pronunciar
lo que a los humanos incomoda. 14
ARTE POÉTICA
La virtud convertida en pensamiento
que medita sobre el cofre de su arte
abrirá sus sentidos al brindarte
el perenne movimiento de su alma 4
cuyas fibras querrán acariciarte
con la sabiduría que da la calma.
don infinito del espíritu
te acogerán los pliegues de su encanto 8
disfrutarás de una poesía de llanto
ya verás la ficción iluminada
por el velo de luz de algún quebranto
que desintegrará tu bien amada. 12
Luego disfrutarás lo concebido
al descubrir en la esencia del poema
la trama imaginaria de la escena
que tras las bambalinas fue surtiendo 16
desde el arte locuaz de algunos versos
la razón sin razón del sentimiento.
De Las Palabras del Silencio:
NO ALCANZA LA EXISTENCIA HUMANA
No alcanza la existencia humana
para recorrer todo aquel territorio
una alfombra de ensueños naturales,
de pliegues de montañas nunca vistos, 4
de aves, de reptiles, de insectos, de ejemplares
de tantas especies de tantos vegetales,
de selvas vírgenes que ojalá así sigan, en su
virginidad excelsa, sus sonidos, libertades 8
de sus movimientos, de su exquisito hábitat
y todo aquello que no viole sus derechos.
Esa selva que solo se limita en el pensamiento
corresponde a un tercio de las especies del planeta, 12
donde el infinito colinda con los tipos de plantas,
donde tienen su hogar un quinto de las aves del mundo;
hay que sacar de allí las mentes con la fiebre del oro
están destruyendo el hábitat de nuestras especies 16
su mentalidad perversa con cerebros de mercurio
que mezclan en el Amazonas construyendo un cementerio
donde en el futuro enterrarán todas las especies.
Ojalá no despertemos tarde cuando se haya perdido 20
el delfín rosado, la gigante nutria, los delfines grises,
el gigante armadillo, el perro venadero, los jaguares,
el guacamayo azul, las inmensas anacondas,
el tulcán, el colibrí, la lentitud del oso perezoso, 24
el ángel del mar, el tamarino león dorado, las ranas,
las pirañas, el caimán negro la tortuga matamata
las miles de especies de aves y mariposas y
muchas más especies que devoran la vía de extinción. 28
Una virgen nos acosa el pensamiento, y no le hacemos
caso
una visión perenne en retroceso, un desprecio en el dejar
pasar 32
un abominable hombre destructor, no lo dejemos actuar
desde la antigüedad el ser humano ha permitido
todo acto de barbarie contra sus propios pueblos
la destrucción constante arrasando el paisaje 36
de lo que fuera suyo, la cobija, el sustento,
el hábitat del mundo, poco a poco fue extinguiendo
la mano inmisericorde que el Universo dio a la
condición humana. 40
AMAR A UNA QUIMERA
A veces te embelesas
te gruñe el alma adentro
a veces te obsesionas
te rasca el corazón 4
y piensas… no comprendo.
A veces te enamoras
de un fantasma lejano
a veces tú lo añoras 8
mientras él te desprecia
con risa de un sarcasmo.
A veces nos jugamos
el llanto de un instante 12
en otros perecemos
quizá nos consolamos
soñando ese romance.
A veces nuestra mente 16
nos juega una quimera
esa que de repente
y sin pedir permiso
al alma la atropella. 20
Por eso perecemos
en sutiles intentos
y siempre fenecemos
tratando de olvidarnos 24
de posibles inventos.
Dejemos que una pena
fallida de emoción
oculte esa quimera 28
recóndito espejismo
de soñada ilusión.
MI CREDO
Creo en dioses del ensayo y fórmula
creo en la luna siempre tan callada
en la religión cándida y pausada
en el vuelo sereno de la góndola. 4
Creo en la música, sutil encanto
de sanos y buenos sentimientos
sonido de nuestros aposentos
y tenue encordado de un lamento. 8
En una estrella del amanecer
de donde suspende un porvenir
emigrado de un atardecer, 11
que quiso estampar en su vivir
una imagen, tal vez un proceder
que nunca lograra descubrir. 14
EL ÚLTIMO POEMA… LA VEJEZ
Hubo un tiempo donde nació la historia,
donde los arbustos contemplaban
como iba creciendo el horizonte,
donde la mar nunca encontraba 4
el fin de sus aguas, era una eternidad,
donde una apuesta a la jugada de la vida
era tomar a Fausto de la mano y caminar
con él para que nos contara su mito. 8
Eran los tiempos en que la máxima
consistencia de la vida
se conjugaba con su máxima insuficiencia,
cuando un personaje llamado límite 12
se tornaba invisible para los ojos humanos,
cuando la palabra impermanencia
se soslayaba en la levedad del ser,
y no afloraba la precariedad del existir. 16
Qué hermoso barco trasatlántico,
el crucero donde viajan la razón,
el sentimiento, el ser,
llevan el destino próximo soltando marras 20
contemplan en el horizonte: la integridad,
la coherencia y la totalidad de la vida,
no piensan en la tasa que se paga, el deterioro,
por el precio de vivir. 24
Allí leemos la cultura contradictoria del querer
vivir sin envejecer,
pero las mareas de la existencia que
suben y bajan sin cesar, 28
van conformando la fluencia del ciclo vital,
y a la luz de las últimas causas,
y del hondo sentido de las consecuencias,
aún no se modera la realidad 32
en las prerrogativas del espíritu humano.
La embarcación continúa su rumbo desconocido,
la matriz de la vida, en su fin último parece
carecer de sentido, porque la vida queda 36
dejada así misma. Sartre lo decía
“una pasión inútil”. Mentira:
el sentido puede ser creado por el propio individuo:
viste tu propia vida de propósito 40
vístela creativamente de valor,
no basta la estimulación de los sentidos
no basta el mundo de la subjetividad humana
jamás serán el sentido de la misma existencia. 44
El sentido crucial significado
de donde vine y para donde fui,
el sentido crucial de dirección
cuando se avanza por determinado cauce, 48
esa nave que tomamos al iniciar la existencia
sin saber su riego, curso y fluir de cada día.
Entonces preguntamos por el Logos
donde Heráclito fijó su pensamiento, 52
contrastando con el fluir de Tao.
Allí radica la transitoriedad
allí transita nuestra fugacidad
el juego efímero del yin y el yang. 56
La naturaleza artística de Cicerón
está arraigada a nuestra vida,
hemos seguido ese sendero,
el cause de la vida ha sido acaso 60
el reajuste progresivo de las vivencias internas
que nos presenta cada realidad.
Nos vamos desahogando lentamente
de aquella vanidad exhausta de las cosas 64
nos vamos contagiando de alegría
que nos impregnan nuestros seres queridos
nos concientizamos de un futuro próximo
que creíamos ausente del recuerdo 68
y que está aquí, la indefectible nada.
En esta antesala hacia la nada
el vacío cunde por todos los rincones
en qué vacío se encontrará la vida? 72
en qué recóndito lugar alguien respira?
en qué recodo de la ausencia están los sueños?
en qué ausencia de silencio hay melodía?
y sin embargo en la vejez se recopilan 76
todos los sentidos que prodigó una esencia.