Poeta colombiano nacido en Cartagena de Indias en 1945. Su infancia transcurrió en Cereté y otros pueblos del norte de Colombia. Allí en Cereté inició la carrera poética, publicando su primer libro a la edad de 35 años
bajo el título “Poemas”.“Tríptico Cereteano”, “Hijos del tiempo”, “El esplendor de la mariposa” y “El libro de la locura”, contienen el resto de su obra. Los últimos diez años de su vida transcurrieron en Cartagena en medio de graves episodios de locura, consumo de sustancias alucinógenas y vida licenciosa, alternados con talleres de teatro y poesía que dictaba en el Museo de Arte Moderno y en la Universidad de Cartagena. Falleció en Cartagena en mayo de 1977.

Casi obsceno
Si quisieras oír lo que me digo en la almohada
el rubor de tu rostro sería la recompensa
Son palabras tan íntimas como mi propia carne
que padece el dolor de tu implacable recuerdo
Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un día? Me digo:
Besaría esa boca lentamente hasta volverla roja
Y en tu sexo el milagro de una mano que baja
en el momento más inesperado y como por azar
lo toca con ese fervor que inspira lo sagrado
No soy malvado Trato de enamorarte
Intento ser sincero con lo enfermo que estoy
y entrar en el maleficio de tu cuerpo
como un río que teme al mar pero siempre muere en él
En las lágrimas tuyas está todo el terror
Como en un cuadro de De Chirico El Tiempo
se queda detenido entre los objetos y
los hombres sueñan la eternidad
Las chimeneas son falos humeantes
que penetran el cielo de Lo Absoluto
Como en un color de Borges El Tiempo se
queda entre las palabras del Ciego
Los hombres han conocido a través de
lo insólito la eternidad El sexo
de Borges es infinito y estoico
En las lágrimas tuyas está todo
el terror a la noche de la soledad
y la muerte En tus palabras está
contenido el Más Allá del Amor y su sueño

Erótico imaginario
Está quieto el jardín soportando la tarde
de un marzo que se anunciara ventoso
Tan fugaz que parece un enero
Penetrado de noche en limoneros y acacias
Opalino a lo lejos en la frente del cielo
El jardín se estremece por dentro
Entre ramas secas y hojas podridas
dormitan escarabajos Libélulas Lagartos
Un gato de ocio y maldad acecha una mariposa
De repente una casi invisible neblina desciende
y posa su penumbra en la fronda
acariciando el nudo de nuestros cuerpos
con la misma dulzura lentísima
con que yo mitad fuerza mitad miedo
beso tu cuello y tu barba de negro cristal
Está el jardín oloroso a sudor masculino
a saliva de besos profundos que anhelan
desatar el torrente del deseo en su cima
y que fluyan las savias y descansen los cuerpos
Ombligo de luna
Dibujo tu perfil del faro a las murallas
Luz de alucinación son tus ojos de hierro
El mar salta en las piedras y mi alma se equivoca
El sol se hunde en el agua y el agua es puro fuego
Eres casi de sueño Eres casi de piedra en el vaivén del tiempo
Arquetipo amoroso firme en la turbia edad
esa manera tuya de calmarme las lágrimas
De desbocar tu cuerpo contra el mío Enloquecido
como un potro en una llanura incendiada
De verter tus palabras en mi entendimiento
cual veneno que cura la ausencia
De recordar cosas usadas y olvidadas
con un vuelo que ilumina y asombra
Es tarde amor El mar trae tormenta
Hay una luna pálida que recuerda tu ombligo
Y unas nubes livianas y pesadas como tus manos
beben sedientas Así cuando yo sobre tu boca muero
Ni siquiera una dulce noche
Aquel amor de fiebre y de tormento Aquel estar
pendiente de la luna entre los cocoteros Por si ella
me traía presagios de tu cuerpo Pero en vano
Pero estaba demasiado enfermo para soportar
la intimidad de tus caricias No hubieras conocido
en mí sino el temblor de un poeta y de su muerte
Aquel temor de miramos a los ojos no era vano
Estabas revestido de otro mundo Estabas lejos
Sobre todo cuando yo te amaba Cuando era
de ti como la nube en el reflejo del agua
Dentro pero lejos Dentro en el vientre
de una realidad inventada y fugaz
Eras íntegramente bello porque no toqué
tu cuerpo aunque tú lo querías y yo también
Pero antes de mi deseo estaba mi futuro
Estabas tú antes que mi deseo de ti
antes que el deseo estaba el amor
Antes que el amor estaba la vida y su maldad
Aquel amor que no tuvo una noche
Ni siquiera una dulce noche amor mío
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Caigo de mí
hacia mí
¿Dolor? no
¿Angustia? no
¿Qué pues?
Vacío que me espera
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